miércoles, 26 de agosto de 2009

Baile

Todos cubiertos con diferentes máscaras, de colores y formas alegres. Detrás de cada una adivino rostros hermosos, pieles inmaculadas. apenas un leve guiño, suficientemente locuaz para que me acerque y te invite una copa. No entiendo lo que dices, sin embargo tu voz me evoca lugares distantes, fechas antiguas, un aire ligero a ingenuidad. El murmullo a mi alrededor me invita a bailar y mi mano por fin se posa en tu cintura y te guío en medio de miradas festivas, risas celebran cada uno de nuestros movimientos, y se nos unen parejas más elocuentes, que se acercan y se retiran de nuestro perfecto y ritmico ir y venir, juegando con nuestra proximidad. Y presiono levemente tu cuerpo contra el mío y tu aliento se cuela detrás de esa rigidez que me parece imposible de mirar directamente, como si la belleza de ese artilugio hiriera mis ojos, detrás del mío.
Tu perfume me rechaza violentamente y retrocedo tambaléandome. Ya no estás, te busco y ya no estás, ahora todas las máscaras me son desconocidas, como si de pronto fuese víctima de una broma cruel.
Todos me rodean, ya no hay música. No entiendo esta lengua, pero el sonido sigue siendo dulce. Me pregunto cual eres tú. Me rodean las máscaras, murmurantes. De entre los vestidos todos sacan un cuchillo. No tengo miedo mientras se estrecha el círculo, pero se agita mi voz y mis ojos se preparan para llorar.
Y retiro la máscara de mi rostro.

No hay comentarios: