viernes, 21 de diciembre de 2012

Espera


Después de una distancia que puede medirse en horas, intuyo a pesar del frío que el sol volverá a entibiar el camino.
Que borrará las marcas descuidadas de las pisadas, convirtiendo el lodo en polvo.
Intuyo también, por mi cansancio, que otro cíclico sueño real me rescatará de la certeza demacrada del tiempo, sacándome de este otro sueño repleto de seguros y de vacíos, como maleza tratando de esconder tu retorno.
A pesar del agua y la luz que alimentan ese silencio, la senda siempre sigue ahí, mientras intuya que quieres regresar.
Y aquí, yaciendo a tu lado, bendeciré ese verdor que me parecerá benigno si impide que vuelvas a partir.