El tiempo repite siempre una única frase: ya es tarde.
Las arrugas polarizan el reloj, pero calma, todo lo insomne es perenne.
jueves, 11 de agosto de 2011
Humor negro
Frente al pelotón, dice:
Prefiero cultivar el saludable arte de guardar silencio.
Y yo me carcajeaba como un poseso mientras suponía poseer la bala de salva.
Prefiero cultivar el saludable arte de guardar silencio.
Y yo me carcajeaba como un poseso mientras suponía poseer la bala de salva.
Experimental
Ratas bajo la piel en un delirio pavloviano.
Dicen los mitos que nunca encuentran una salida y que simplemente se aburren y se detienen a esperar.
Son tres, pero una siempre duerme. Y la envidio como las sombras envidian al fulgor.
Yo no puedo dormir mientras las otras dos se aman.
Dicen los mitos que nunca encuentran una salida y que simplemente se aburren y se detienen a esperar.
Son tres, pero una siempre duerme. Y la envidio como las sombras envidian al fulgor.
Yo no puedo dormir mientras las otras dos se aman.
Teomancias
Vivir es un acto de fe.
Pero ya no quedan dioses que quieran asumir las demandas de mis plegarias.
Acúsome de ser agua tibia, enfriándome, dice el viento perro-aullante, en proceso de evaporación, dicen las algas sollozantes. Dime tú, a lo lejos, que opinarían los astros.
Pero ya no quedan dioses que quieran asumir las demandas de mis plegarias.
Acúsome de ser agua tibia, enfriándome, dice el viento perro-aullante, en proceso de evaporación, dicen las algas sollozantes. Dime tú, a lo lejos, que opinarían los astros.
Sucesión
Aquí estás, príncipe de mezquinos reinos, autocomplaciente, con el sabor del último festín aún en tus labios, con marcas caníbales, saboreando los residuos de las presas aún sangrantes, acariciando la gillotina que feliz, te acaricia de vuelta.
No hay paz más grande que la de tus ojos plenos, aunque detrás del cuello el frío lacerante insinúe apenas un indicio de culpa.
Y las manos limpias, puras.
Me vuelvo tu cómplice mientras me arropo en tus mantos.
Porque no soy inmune, ni tú tampoco, al hambre ni a la sed.
Sería tu heredero si me lo pidieras. Me negaría si me lo rogaras.
No hay paz más grande que la de tus ojos plenos, aunque detrás del cuello el frío lacerante insinúe apenas un indicio de culpa.
Y las manos limpias, puras.
Me vuelvo tu cómplice mientras me arropo en tus mantos.
Porque no soy inmune, ni tú tampoco, al hambre ni a la sed.
Sería tu heredero si me lo pidieras. Me negaría si me lo rogaras.
martes, 9 de agosto de 2011
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