jueves, 10 de diciembre de 2009

Imaginario

En medio de este tiempo infernal, brotando desde cada poro un clamor furioso, curiosamente, llueve y hace frío. Hay niebla en medio de la tarde, graniza desde un cielo siempre despejado, vientos tormentosos azotan las ramas de los árboles no moviendo ninguna hoja, ni siquiera un milímetro.
Lluvia lenta y metódica erosionando la mugre de los muros, no saciando ninguna sed, bajo techo, sobre mi cama.
Si el agua corre tibia por las paredes, y estancándose se vuelve escarcha en mis pies, un poco más arriba ya es hielo crujiente, aire que parte la lengua en dos y que llena el rostro de pequeñas laceraciones supurosas. Lo peor es que no se pueden cerrar los ojos, y tragar saliva se vuelve un acto heroíco o de llana estupidez.

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