viernes, 4 de diciembre de 2009

2 letras

Una palabra de dos letras, cual cerradura que divide un pequeño espacio en dos más pequeños, me promete la sutil dulzura que no supe mendigar.
Y las cuerdas tensas van aflojando hasta convertir todo una única e informe masa, revolviéndose, girando en círculos absurdos, llenando hasta el más mínimo vacío con certezas ilusorias, y mi piel primero, luego el músculo, luego el débil palpitar, desaparecen dejando un leve pero persistente rastro, deslizándose en un frenesí carnavalesco hacia lo único cierto, hacia mi única verdad.
Escucho con las entrañas, y esa voz uniforme y placentera comienza a dividirse en un coro de lamentos y risas fúnebres, y el unísono se quiebra en millones de frases inconexas, en una multitud de deseos siempre frustrados, pero la compasión es una voz más, y otra la miseria, y un poco más allá el inerte sollozar se funde sensualmente con un ronquido insolente, y un poco más acá los suspiros son hermanos de sangre con las groserías.
En un acorde disonante quisiera ponerle a todo fin, con una palabra de dos letras me bastaría, y ya no se si quiero pronunciarla, o si quisiera oírla, otra vez, porque quizás sea la última vez.
Y si queda algo que rescatar, sería, también quizás, que por un instante a mi alrededor había paz, un espejo único que no reflejaba nada, un silencio arrullador, una mano sobre la cual reposar y la certeza de que no había un ayer, ni otro mañana.

1 comentario:

Andrés Ibáñez Carrillo dijo...

Supongo que la palabra es "NO".
Porque al estar aquí, adherido a la existencia como un molusco a la roca, significa afirmar lo que por fuerza debe desaparecer. Entonces luego del NO, surgen las interrogantes que buscan un “cuándo” y un “cómo”. Resolver esto último puede tardar toda una vida y al final en eso podemos hasta pasar de largo, sin tener ninguna otro pensamiento que la Gran Negación que no pudimos enfrentar. Ahora bien, si la palabra de dos letras no fuese un NO, entonces supongo que lo que digo puede ser aplicado a una teoría distinta acerca de la muerte, que en resumidas cuentas, se traduce en enfocarla a otro de tus queridos textos. Pero esa no es la idea, porque todo comentario se remite a una voluntad de interpretación, y siento que la mía es encontrar el sentido y el corazón de un NO camuflado entre la simpleza de una consonante y una vocal.