viernes, 11 de diciembre de 2009

En la cama

Espero un sonido que me despierte.
Y no hay nada.
Con el primer sorbo de los recuerdos me duele la cabeza, pero no soy cobarde.
Sería todo más fácil si creyera que lo sabías, pero la torpeza de tu ausencia me es imposible pensar que obedezca a un instinto sádico que a veces pareces intentar poseer.
Me sorprende la tarde con una náusea, pero debo seguir bebiéndote, quizás si me harto de ti en medio de los espasmos ya no quiera volver a sentir el sabor voluptuoso de la inconciencia.
Debería detenerme, aunque no hay nada que perder, un poco de tiempo más, quizás, una falsa esperanza, porque las falsas también son las últimas que se pierden.
Cuando el silencio se hace eterno, cuando la mañana se cierra sobre sí misma dejando apenas un resquicio de oscuridad dónde descansar la mirada, no hay otra cosa que la misma y espantosa mueca que has hecho tantas veces. No se porqué crei otra cosa, si era tan sencillo dejar que las palabras se rindieran dejando paso a la primitiva señal inequívoca de una omisión, o a la barbarie de una acción, un movimiento escapándose de entre la inmovilidad que acostumbro, dejando que se construyeran tantas imposturas, tanta vanidad típicamente humana, viendo perpetuidad donde solo hay una longeva e indecorosa senilidad.
Y para que todo se quiebre con un sencillo gesto instintivo, una bofetada animal.
Espero un sonido que me despierte, tu mano sacudiéndome el cráneo por última vez, para después volver a dormir.
Pero no hay nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tenía que despertar, aunque nunca imaginé que fuese así. De todos modos para despertar o bebo o me abofeteas. Bebí, 7 días, y no desperté. Pero sí me abofeteaste, y ese sonido es el que necesitaba oir, una sola vez y moriré si no se que de algún modo entiendes.

Anónimo dijo...

esperanzas e ilusiones vagas..que es lo que realmente es recordar? una vaga ironia sobre un encanto temporal, quizas el murmullo de un error que no deja en paz, gracias a lo que haya en el cielo que no es eterno....por que en mi caso todas mis mañanas serian agrias..

...sigue asi por que escribes bien y lo mas raro es que sentimos las mismas cosas, solo que las tomamos de formas diferentes

Andrés Ibáñez Carrillo dijo...

Y bueno, el instinto vs la razón. La razón busca lógica en la situación en que reina lo instintivo. Lo interesante ocurre cuando la razón se haya una y otra vez con escenas animalezcas que dan vuelta una y otra vez el análisis. Porque la razón quiere hallar algo, pero el instinto también quiere lo suyo. El instinto quiere la cachetada furibunda como argumento para dar con cada respuesta, y a medida que la razón se queda encerrada, no le queda más que atribuirle sentido lógico al acto animal.