lunes, 9 de noviembre de 2009

Si te vas a quedar de pie, estática, mirando como te sonrío torpemente después que me has abofeteado. No lo hagas.. Ni siquiera intentes acercar tu delicada mano a mi rostro sonrojado, ni pongas tus pies delante de los mios, no me dediques ni siquiera un silencio, ni siquiera una palabra; no me digas nada, no me pienses siquiera. Yo no te invento, ni te imagino, no me detengo a contemplarte; no espero un soplido de murmullos para ignorarte. No te abofeteo, ni tengo intención, ni siquiera me contengo. No me pidas que no exista, pues tampoco existo. No me sonrías ni antes ni después de que hayas alzado la mano, ni mientras; soy más estúpido de lo que crees y menos de lo que quisieras, hay más verdades en la cáscara de una nuez; más espacio en el vacío y más luz en los ojos cerrados; más compañía es mi sombra, hay más rostros que ignoras de los que has ignorado; más hambre en las entrañas vacías. Y si te vas a quedar mirando como te sonrío, toma asiento, o baila un poco.

1 comentario:

Andrés Ibáñez Carrillo dijo...

Me costó hallarle lo literario en un principio, pero luego, como de la mitad para adelante, adquiere el ritmo y la estética suficiente. Esto en conjunto me creó la atmósfera necesaria como para no querer parar de leer, porque luego el texto convence harto, y me hizo olvidar la "simpleza" (estética) de la primera parte.
Y pucha que andai romanticón wn, la cagaste ajajaj.

PD: bueno título.

Un saludo amigote.