Aunque coma la misma carne.
Aunque beba la misma agua.
Aunque respire el mismo aire, al mismo ritmo.
Con una boca mas pequeña, o mas grande.
Aunque sincronizara todas las pisadas usando el mismo calzado o con el pie desnudo.
Ni siquiera si las manos imaginarias fueran las mismas.
No soy yo con otro rostro.
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